Mi abuelo estaba muy enfermo debido a un accidente que tubo en aquellos momentos. El vivía en una cabaña en un lugar llamado zacatlan de las manzanas (un pueblo en Puebla), el vivía solo con su mujer y ambos estaban entre los 70 años.
Mi abuelo quien vivía en un lugar muy rústico entre animales de granja y gallinas, durmió dejando una lámpara de gas, la cual por una falla causo una fuga, la misma que lo intoxicó durante toda una noche.
Para la mañana-tarde del otro día el estaba inconsciente y con grabes daños cerebrales. Lo cual en resumen lo mantuvo mucho tiempo en estado vegetal y a nosotros muy tristes.
Para ir al punto de esta entrada, mencione este detallé porque fue el origen de mi viaje ya que lo habían mandado a Cancún con un familiar allá.
Entonces hubo un momento en el que se tenía que regresar de urgencia, y aquí comienza mi experiencia de este lamentable desenlace de mi abuelo. Aproveche la ambulancia para ir a visitarlo y permanecer allá por unos días.
Mi viaje en ambulancia comenzó un día en la noche como a las 8:00 PM y concluyo como a las 11:30 AM del otro día, y este viaje fue rapidísimo llego a Cancún aproximadamente en 16 horas, tenía una camilla muy cómoda donde podía dormir a mis anchas pero eso sí, durante la noche tenía pesadillas, pues sentía las grandes velocidades que alcanzaba la ambulancia.
Una vez llegando y dándole la bendición a mi abuelo, tome mi camino.
Tormenta de lluvia en Cancún
Me dirigía a buscar lugares para conocer, lugares donde bailar, y gente con quien interactuar.
Esa noche mientras caminaba por la zona hotelera y mientras muchos estaban tomando, conocí a una chica de nombre victoria chaires quien tenía un aspecto de chica hippie y estuvimos platicando sobre temas existenciales y de carácter físico. Ella me comentaba que venía del norte en auto con su familia y que estaba sola, pues talves suene un poco estúpido lo que voy a decir pero la invite a comprar unos triki-trakes (galletas) para comer en la playa.
Otra ovación conocí a una chica de nombre Gabriela de la cual me encariñe bastante, pues era diferente y singular. Trabajaba de animadora en un hotel, pero un día me llevo en su motoneta a la parte trasera de la isla (virgen en esos momentos) donde no había más que solamente un muelle y se veía el cielo como el mismo espacio con el paso de estrellas fugases. Esa vez me puse tan nervioso que aparentaba estarme sujetando las aujetas hasta que ella se percató de que era un freak y me robó un beso. Pues de a no nos despegamos en un buen rato. (Mantuve el contacto con estas personas por un tiempo y después no las volví a ver).
En este viaje aprendí la cita de una canción muy inspiradora de gondwana y dice así: mal de amor por ti, en el mar de amor que es dios; es sólo una Barça pequeña. Da lo mejor de ti sin pedir explicación, sólo importan los latidos de tu corazón, todo lo demás es vanidad, todo lo de más es arrogancia.
Cuando estuve en la Ciudad de México conocí a un tipo fuera de serie, extravagante, chistoso, buena onda energético , cósmico, alguien que inspira felicidad. Su nombre charlye shine- un tío de unos 32 años con una energía cósmica que consumía drogas de diseño pero que tenía un gran corazón y una gran actitud ante la vida.
Lo conocí en un budda bar' en insurgentes sur México, donde el atendía y nos hicimos amigos por el mismo gusto que compartíamos de la misma música house-beach y hed-kandi.
Fuimos a unas cuantas fiestas juntos al club Rioma entre otros, y terminamos rencontrandonos en playa del Carmen, calle 12.
Charlye shine y yo en 5th avenue.
Collage en el departamento de charly shine, el lo elaboro en la puerta de su apartamento con mucho sentimiento de todo lo que playa del Carmen significaba para el.
Después del reencuentro estuve vagando por los lugares más emblemáticos como ruinas, playas, plazas, etc.
Atardecer en Nichupté.
Y no puedo dejar de mencionar que conocí algunas muchas amigas extranjeras.
Debo decir que este viaje fue uno de los menos planificados y talves no fue de lo mejor, pero aprendí unas cuantas cosas y me quedo un buen recuerdo.
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